Mi experiencia en Turín empezó el 19 de enero y, aunque acabó hace algunas semanas, la recuerdo con mucho cariño.
Al principio estaba muy nerviosa por conocer a mi compañera de intercambio, a la familia, a mis compañeros de clase… porque, a pesar de que me apunté al proceso de selección con la intención de conocer nuevas personas y culturas, es algo que no se puede evitar. Finalmente, tuve mucha suerte con todos ellos, ya que me acogieron como a una más en todo momento, tanto en clase como en casa.
Los profesores también fueron muy amables y trataban de incluirme siempre en la clase, aunque no era siempre algo fácil debido al idioma, el cual no conocía cuando llegué; siempre ponían empeño, ganas y una sonrisa.


El italiano me pareció muy complicado las primeras semanas, ya que, por mucho que se parezca al español, es un idioma diferente y más en un ambiente informal; pero, con el paso de las semanas, llegué a entender la gran mayoría de las conversaciones e incluso a mantener algunas.
También considero que he tenido muchísima suerte con mi compañera de intercambio, ahora amiga, Sara. Tenemos muchas cosas en común, además de que las dos pusimos de nuestra parte desde el principio; y no solo ella sino también sus amigos, que me hicieron sentir una más del grupo.


Una de mis partes favoritas ha sido, sin duda, la comida. Honestamente, a día de hoy sigo echándola de menos, aunque no sabría decir qué plato me gustó más, ya que estaba todo buenísimo: la pasta, la focaccia, la pizza, el gelato… Me parece totalmente comprensible que la gastronomía italiana esté considerada una de las mejores del mundo.
Además, Turín es un sitio precioso, con muchas cosas que ver: el Musei Reali, la Galleria Civica d’Arte Moderna e Contemporanea, el Museo Egizio, la Mole Antonelliana… Y no contentos con eso, también está cerca de otros pueblos y grandes ciudades como Milán.
Sin duda, ha sido una experiencia muy enriquecedora que volvería a repetir sin lugar a dudas. Me llevo, no solo un nuevo idioma y cultura, sino también muchísimos recuerdos y personas maravillosas.

